Todos los productos dentro del mundo de la informática tienen un ciclo de vida determinado, pero algunas acciones pueden contribuir de forma decisiva a la hora de alargarlo o acortarlo. También influyen en su conservación y envejecimiento.
El mantenimiento básico de un PC es esencial para garantizar su buen funcionamiento y maximizar su vida útil. Además, nos permitirán disfrutar de un mejor nivel de rendimiento incluso tras el paso de algunos años.
Su importancia está fuera de toda duda, así que vamos a ofrecer una lista con las principales tareas básicas que hay que tener en cuenta para tener tu ordenador a punto y sobre todo, para que así podamos disfrutarlo durante el mayor tiempo posible.
Mantén el PC alejado de fuentes de calor e interferencias
Es algo muy importante para alargar la vida del equipo. Si lo colocamos cerca de una fuente de calor su temperatura interna podría aumentar hasta tal punto que acabe sufriendo sobrecalentamientos.
Por otro lado, también es importante alejarlo de fuentes de interferencias, ya que podrían aparecer señales de ruido en la imagen y sobre todo en el sonido, o incluso reducir la calidad de la señal WiFi que recibimos.
Cuida el sistema de ventilación y disipación
Esto es algo básico, ya que la acumulación de suciedad se produce de forma continuada y si no hacemos nada puede llegar a ser letal para nuestro ordenador.
Evita colocar el PC en zonas sucias o llenas de polvo. Debemos ser cuidadosos y no taponar las salidas de aire del equipo, ya que podría causar exceso de calor y derivar en daños irreversibles.
Sin embargo, en el interior del equipo es normal que se vaya acumulando polvo con el paso del tiempo, pero no debemos llegar un punto de dejadez tal que acabe formando pelusas que puedan afectar al rendimiento de los ventiladores y a sus capacidades de disipación.
Lo más recomendable es hacer una limpieza anual a fondo del equipo por dentro, usando para ello un bote de aire comprimido. Tampoco debemos olvidarnos de cambiar la pasta térmica del procesador y la GPU, algo que es recomendable también cada año, aunque podemos apurar y hacerlo cada dos años.
Revisa los conectores y ten los cables ordenados
Unos cables desordenados pueden acabar impidiendo el correcto flujo de aire y contribuyendo a la acumulación de aire caliente en la torre.
También pueden llegar a molestar a otros cables y componentes, así que debemos asegurarnos de que los mismos quedan correctamente ordenados y escondidos en las cavidades que normalmente se habilitan para ellos en las carcasas.
Protección contra subidas y bajadas de tensión
Las fuentes de alimentación modernas tienen medidas de protección integradas contra picos de tensión, pero lo más recomendable si queremos evitar un daño grave a nuestro equipo derivado de un apagón o de una subida de tensión es un sistema SAI. Conocidos también como sistemas de alimentación ininterrumpida, estos dispositivos actúan como amortiguadores de picos diversos de tensión y nos protegen incluso de micro cortes, mejorando en general la calidad de la electricidad que llega a nuestro PC y al resto de componentes.
Por último, si se produce un apagón recibiremos un aviso, normalmente en forma de sonido, que indica que sus baterías integradas están en funcionamiento porque se ha ido la luz y que tenemos unos minutos para apagar el equipo de forma segura.
Cuidado con la batería
La batería es uno de los componentes más importantes de los ordenadores portátiles, y dada la tendencia actual de muchos fabricantes de integrarla en la carcasa es conveniente cuidarla al máximo para evitar una reparación muy costosa.
Desde luego no hay ningún consejo milagroso en relación a este componente, pero os dejamos tres recomendaciones que os ayudarán a mantenerla en buen estado el mayor tiempo posible:
1. No uses el portátil siempre conectado a la red y con la batería puesta cargada al 100%, es recomendable consumirla un poco de vez en cuando.
2. Evita acercarla a fuentes de calor intenso, ya que el calor tiene efectos muy nocivos en las baterías.
3. Nada de descargar totalmente la batería, ya que en lugar de la creencia popular de que es mejor eso antes de cargarlas la verdad es que supone un esfuerzo para ella, siendo mejor cargarlas de forma más continua y en ciclos cortos.
Trata las cosas con cuidado
Puede sonar demasiado evidente pero no todo el mundo lo cumple bien.
Un mal movimiento mientras está en funcionamiento tiene muchas posibilidades de dañar el disco duro, mientras que desconectar un periférico de golpe puede afectar al software del equipo o causar algún tipo de conflicto y forzarnos a reiniciar.
Por otro lado, comer, fumar o beber encima del PC puede tener graves consecuencias, ya que los restos de comida o ceniza pueden acumularse por ejemplo debajo del teclado y acabar por afectar a su funcionamiento, mientras que un derrame de líquido encima del teclado de un portátil puede fulminarlo directamente.
Mantén el sistema operativo actualizado
La palabra actualizar suele generar cierta incomodidad, ya que alude a cambios que quizá no estemos deseosos de introducir. Sin embargo, mantener el software actualizado es de fundamental importancia. Por ello debemos mantener el equipo actualizado, tanto a nivel de sistema operativo como de controladores, y es recomendable apostar por soluciones antimalware ligeras, acompañadas de un poco de sentido común en el uso diario.
Es el único modo de evitar problemas de vulnerabilidad y de funcionamiento del sistema operativo, aplicaciones y programas de nuestro ordenador.
Entre otros, cumple la función de proteger a nuestro equipo de múltiples amenazas -tales como virus y programas malignos- además de garantizar un funcionamiento rápido y eficaz, reduciendo las probabilidades de fallos.
Es por ello que es tan necesario permitir que se ejecuten las actualizaciones automáticas como acceder regularmente a los desarrolladores del software para verificar la existencia de actualizaciones y nuevas versiones a disposición de los usuarios.
Haz limpieza de programas y no instales más de lo necesario
Con el tiempo, el ordenador se llena de programas que instalamos en su momento y que ya no utilizamos. Lo mejor, y si ya no son necesarios, es desinstalarlos para que no consuman recursos. No debemos olvidarnos que es aconsejable no llenar el disco duro, es mejor tener instalado sólo lo que necesitamos que cargarlo de archivos, programas y datos que no utilizaremos nunca o casi nunca.
En cualquier caso, y si utilizamos discos duros mecánicos, las herramientas de desfragmentación pueden ayudarnos a mejorar el rendimiento.
Con estos pasos no es nada complicado mantener un equipo funcionando de manera óptima. Y vosotros, ¿Qué rutinas de mantenimientos seguís para vuestros equipos?